miércoles, agosto 24, 2011

La Noche Callada II

Cuando se dice que no se entrará docilmente en la noche callada, eso no necesariamente implica estar enojado y molesto, el enfrentar la batalla frente a la muerte implica valentía,  fuerza, coraje...amor.

Se apaga la luz del día y de todo lo que hemos conocido hasta ese momento,  todo lo que amamos quedará atrás, por eso mismo vale la pena dar la pelea hasta el último minuto y cuando las fuerzas ya nos abandonan detenernos unos instantes para descansar, no es cobardía esta rendición... es que simplemente hay cosas que son más fuertes que nosotros ...

He tenido el inmenso privilegio de conocer a personas valientes que vieron poco a poco minadas sus fuerzas y que para ellas el hacer las cosas más cotidianas eran un esfuerzo enorme,como  levantarse cada día y tratar de caminar y sin embargo en sus rostros cansados no había rabia... no sé yo no tengo las palabras para expresar lo que tal vez ellos sintieron , pero hoy al leer un poema de Amado Nervo... creo que encontré algo que se le pueda asemejar

En paz


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!